miércoles, 5 de febrero de 2014

Tema 2.9 Formación Moral (Pedagógico)

Tema 2.9
La Unción de los Enfermos



1 - ¿QUÉ ES LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS?
Dios Padre nos ama tanto que ha querido dejarnos un sacramento especial para cuando nos acercamos a esos momentos tan difíciles para cualquier persona: la enfermedad grave y la muerte. La unción de los enfermos es el sacramento que da fuerza, ánimo y consuelo a una persona enferma y la prepara, si es necesario, para una santa muerte.

2 - ¿CUÁNDO EMPEZÓ LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS?
Durante su vida, Jesús siempre mostró un gran amor por aquellos que padecían algún mal, que tenían alguna enfermedad o dolor. Recuerda que el Evangelio nos cuenta cómo Jesús curó a paralíticos, ciegos y otros enfermos.

Esta preocupación por los enfermos, el Señor, la comunica a sus discípulos. Jesús, en dos momentos del Evangelio, les decía lo que debían hacer con los enfermos:
  • "(...) y curaron a numerosos enfermos, ungiéndolos con óleo" (Mc.6,13).
  • "(...) impondrán las manos sobre los enfermos, y los curarán" (Mc.16,18).
  El apóstol Santiago nos cuenta la costumbre que ya existía entre los primeros cristianos con estas palabras:
  • "Si alguno entre ustedes está enfermo, que llame a los presbíteros de la Iglesia, para que oren por él y lo unjan con óleo en el nombre del Señor. La oración que nace de la fe salvará al enfermo, el Señor lo aliviará, y si tuviera pecados, le serán perdonados" (Sant.5,14-15).
 3 - ¿QUÉ PIENSA JESÚS SOBRE EL DOLOR?
Jesús nunca se quejó, nunca se rebeló ante el sufrimiento, ante el dolor del alma o del cuerpo. Con su propia vida él nos enseñó que el dolor tiene un sentido. Desde que él lo asumió libremente, dio UN SENTIDO NUEVO AL DOLOR.
Desde entonces el cristiano sabe que la enfermedad no es una maldición, sino que puede ser un MEDIO DE SANTIFICACIÓN, un medio para acercarse más a Dios. Pero ¿cómo? Desde que Jesús ofreció su dolor para la salvación de todos nosotros, cualquier persona puede ofrecer su enfermedad por su salvación o por la de los demás. La enfermedad y el dolor, adquieren así un valor que en si mismo no poseía.
Además, la enfermedad puede también ayudarnos a que nos preparemos mejor para nuestro encuentro con el Señor de nuestra vida.
Jesús, en una muestra más de amor, quiso dejarnos el SACRAMENTO DE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS para vivir mejor estos momentos.

4 - ¿CUÁNDO SE RECIBE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS?
La Unción se recibe cuando se comienza a estar en peligro de muerte por causa de enfermedad o por la vejez. Es importante no esperar a que la persona esté agonizando. En esto la familia es muy importante, ya que son ellos, los que sin miedo, tienen que llamar al Sacerdote cuando la persona no lo puede hacer por si misma.
Este Sacramento se puede volver a recibir, luego de unos meses, si la enfermedad se agrava. En el caso de que se lo haya recibido por vejez, y no haya enfermedades graves, también puede volver a recibirse cada dos años.

5 - ¿CÓMO SE HACE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS?
Primero debes saber que solo el SACERDOTE puede dar este sacramento. En el caso de que la persona no pueda ir a la Parroquia, los familiares más directos, llaman al padre para que vaya a donde se encuentra el enfermo o el anciano. El padre unge con el Óleo de los enfermos (el óleo es un aceite de oliva que es bendecido por el Obispo el jueves santo) la frente y las manos del enfermo y dice la siguiente oración:
"Por esta santa unción y por su bondadosa misericordia te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo. Para que, libre de tus pecados, te conceda la salvación y te conforte en tu enfermedad".

6- EFECTOS DE ESTE SACRAMENTO
El CIC nos dice:
1532 La gracia especial del sacramento de la Unción de los enfermos tiene como efectos:

— la unión del enfermo a la Pasión de Cristo, para su bien y el de toda la Iglesia;
— el consuelo, la paz y el ánimo para soportar cristianamente los sufrimientos de la enfermedad o de la vejez;
— el perdón de los pecados si el enfermo no ha podido obtenerlo por el sacramento de la penitencia;
— el restablecimiento de la salud corporal, si conviene a la salud espiritual;
— la preparación para el paso a la vida eterna

La materia remota es el aceite de oliva bendecido por el Obispo el Jueves Santo. En caso de necesidad, en los lugares donde no se pueda conseguir el aceite de oliva, se puede utilizar cualquier otro aceite vegetal. Aunque hemos dicho que el Obispo es quien bendice el óleo, en caso de emergencia, cualquier sacerdote puede bendecirlo, siempre y cuando sea durante la celebración del sacramento.

La materia próxima es la unción con el óleo, la cual debe ser en la frente y las manos para que este sacramento sea lícito, pero si las circunstancias no lo permiten, solamente es necesaria una sola unción en la frente o en otra parte del cuerpo para que sea válido.

La forma son las palabras que pronuncia el ministro: “Por esta Santa Unción, y por su bondadosa misericordia te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo, para que, libre de tus pecados, te conceda la salvación y te conforte en tu enfermedad”.

Las palabras, unidas a la materia hacen que se realice el signo sacramental y se confiera la gracia.


 Ministro y Sujeto

Solamente los sacerdotes o los Obispos pueden ser el ministro de este sacramento.

El sujeto de la Unción de los Enfermos es cualquier fiel que habiendo llegado al uso de razón, comienza a estar en peligro por enfermedad o vejez. (Cfr. Catec. 1514).

Para poderlo recibir tienen que existir unas condiciones. El sujeto – como en todos los sacramentos - debe de estar bautizado, tener uso de razón, pues hasta entonces es capaz de cometer pecados personales, razón por la cual no se le administra a niños menores de siete años.

Además, debe de tener la intención de recibirlo y manifestarla. Cuando enfermo ya no posee la facultad para expresarlo, pero mientras estuvo en pleno uso de razón, lo manifestó aunque fuera de manera implícita, si se puede administrar. Es decir, aquél que antes de perder sus facultades llevó una vida de práctica cristiana, se presupone que lo desea, pues no hay nada que indique lo contrario.

Para administrarlo no hace falta que el peligro de muerte sea grave y seguro, lo que si es necesario es que se deba a una enfermedad o vejez. En ocasiones es conveniente que se reciba antes de una operación que implique un gran riesgo para la vida de una persona.

Compromiso
Estaremos pendientes si conocemos algún enfermo grave, alguna persona mayor que esté enferma o alguna persona que vaya a ser operada y la invitaré a recibir este Sacramento.

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