OBJETIVO: La responsabilidad , actitud primordial de los padres, en la educación integral de sus hijos.
IDEAS PRINCIPALES:
1.- Los padres, somos responsables de educar a
nuestros hijos.
SE EDUCA En la libertad
NO SE EDUCA En la mediocridad de una competitividad
agobiante
SE EDUCA En
la verdad
NO SE EDUCA En un individualismo cada vez más agudo
SE EDUCA En el servicio a los demás
NO SE EDUCA En el egoísmo que nos lleva a Preocuparnos
solo de lo nuestro
SE EDUCA En el derecho a tener una iniciativa y una
personalidad propia.
NO SE EDUCA En
la idea de que cada uno puede hacer lo que quiera
2.- Para el desarrollo integral de nuestros hijos,
los padres debemos de preocuparnos de:
Dar el significado auténtico al término LIBERTAD
La
sinceridad de nuestra conducta, de la que va a tomar modelo para la suya.
Que la
escala de valores, que también va a copiar, no éste invertida.
No pretender
“prolongarnos” nosotros en nuestros hijos.
3.- Debemos intentar, que el crecimiento físico y
humano de nuestros hijos, vayan parejos con el crecimiento interior, de su fe.
4.- La fe, para el cristiano, es parte integral y
esencial del desarrollo.
Para el
creyente, la vivencia de la fe es tan necesaria: como el comer, andar, dormir.
Un padre creyente tiene que transmitir esta fe a sus hijos.
* Nos
preguntamos muchas veces: ¿No sería mejor que nuestro hijo eligiese su fe,
cuando sea mayor? Dialoguemos, sobre este ejemplo:
¿Dejaríamos
de enseñarles nuestro idioma hasta que ellos fueran mayores y escogieran?
1º No tendrían
opción, porque no conocerían ninguno.
2º Serían
infelices, al no poder comunicarse.
3º
Correríamos el riesgo de que escogieran uno que nosotros no conociéramos, no
podríamos comunicarnos con el y le perderíamos.
*** Con la fe, ocurre igual: Hemos de transmitirles
la nuestra, que además, es lo más hermoso que tenemos***
En la educación del niño, tenemos que mirar más su
interior que su exterior. Se trata de ayudarle a que crezca en lo que tiene,
más que ponerle “añadidos” que nos gustan a nosotros. Educar en la fe, es
ayudarle a creer en Jesucristo y su mensaje, y a que lo practique: Esto es lo
importante; ( La Primera Comunión sería sólo un complemento de lo anterior
solamente).
Por lo tanto:
Los padres,
debemos acompañar a nuestros hijos en su crecimiento , no dedicarnos a lucirlos
(sus notas, su ropa, etc.).
El niño
crecerá según sus posibilidades, no según nuestras metas, fantasías, ilusiones.
Nuestra
auténtica ilusión con los hijos debe ser, que lleguen a ser: personas libres,
con responsabilidad, solidarias, con personalidad, etc.
Nuestros
hijos, no son para nosotros, son para la vida.
Es importante reflexionar sobre la vida , el
crecimiento y el proceso de cada uno de nuestros hijos. No creamos que el
engendrarlos y cuidarlos diariamente es nuestra única meta.
La vida es un tesoro único. Cada persona es tan
única, tan irrepetible, que a través de ella podemos apreciar que Dios no lo
había creado todo, sino que lo está creando a cada instante. El engendrar una
nueva vida está en manos de los padres, pero esta nueva vida sorprende tanto al
hombre, que esos padres tienen más conciencia de que “se les da un hijo”, de
que ellos lo han engendrado.
“Mira que del Señor son hijos, don suyo es el fruto
del vientre”. (Salmo 127,3).
Dar la vida, no es sólo engendrar un hijo, es vivir
la ilusión de verlo crecer, de educarlo, de que vaya cobrando una madurez poco
a poco. Es transmitirle nuestros deseos de libertad, de igualdad, de paz, de
amor …
COMPROMISO
Realzar diariamente una oración en familia, ejemplo: la bendición de los alimentos.
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