OBJETIVO:
Compartir y tomar ideas para que la
temporada de las vacaciones sea un tiempo de diversión saliendo de la rutina,
aprovechándolo para fomentar en los hijos nuevos hábitos que los preparen para
el siguiente ciclo de actividades y nos ayude a mejorar las relaciones
familiares.
DESARROLLO DEL TEMA
Cuando los hijos han terminado con la escuela, desean levantarse más tarde y dedicarse a descansar, en vez de buscar actividades físicas y divertidas para pasar el día más entretenidos. Entonces, en casa todo se retrasa
Las vacaciones es un tiempo propicio para practicar las virtudes de una forma divertida. Es importante recordar que es más fácil perder un hábito que adquirirlo. Este es un muy buen momento para practicar la generosidad y el servicio mutuo. Tomando en cuenta que la casa es de todos, se les puede dar a todos y cada uno ciertos encargos que los harán sentir útiles y partícipes del bienestar familiar
Además de nutrir al cuerpo y a la mente, debemos nutrir el espíritu, lo cual se logra viviendo los valores, reforzando las virtudes y reflexionando. Cada persona conoce en lo que puede mejorar y, con un poco de reflexión, puede llegar a trazarse un proyecto de vida con metas a corto, mediano y largo plazo. Los padres pueden ayudar a los hijos según la edad de cada uno de ellos a realizar su propio proyecto
La televisión, los videojuegos y el internet
pueden alejarnos a los unos de los otros. El tiempo vuela y al estar
“conectados” a cualquiera de estos aparatos, pasa desapercibido. Fomentemos la
lectura y hagamos ratos para compartir lo que estamos leyendo.
Es
importante también abrir las puertas del hogar para los amigos, así además de
que los niños gozan, los padres pueden conocerlos, involucrarse con ellos y
detectar cuando hay alguno que pudiera no ser muy buena influencia
En
esos tiempos más relajados, hay más momentos para demostrar el amor a los
hijos, abrazarlos, hacerles sentirse amados, convivir y dejar en ellos buenos
recuerdos para el futuro
CONCLUSION
Es
importante tener las vacaciones planeadas con actividades recreativas y
placenteras para los hijos, ellos se sentirán más contentos y satisfechos de
participar en las labores del hogar aunque al inicio no les atraiga mucho la
idea. Los paseos, los momentos de convivencia y los que los hacen sentirse bien
serán parte de sus recuerdos agradables en el futuro. Los hábitos se pierden
con facilidad y cuesta mucho esfuerzo recuperarlos.
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