Tema 3.2
El Pecado y la Misericordia de Dios
1) Ideas Principales
- El pecado es una ofensa a Dios, es hacer lo que Dios prohíbe o dejar de hacer lo que él manda.
- Cuando no aceptamos la voluntad de Dios estamos actuando con egoísmo y nos revelamos contra el proyecto de salvación de Dios.
- El pecado es hacer un mal uso de nuestra libertad.
- Las tentaciones, nuestra debilidad y nuestro amor desordenado por nosotros mismos son las causas de nuestros pecados.
- Hay pecados mortales y veniales.
- Para evitar el pecado hay que estar muy cerca de Dios, formar bien nuestra conciencia y practicar las virtudes.
- La misericordia de Dios es más grande que cualquiera de nuestros pecados, hay que acercarnos al Sacramento de la Reconciliación para reanudar nuestra amistad con Dios.
2) ¿Qué quiero dar a entender?
Comprender la gran importancia de vivir en estado de gracia y estar conscientes de la infinita misericordia de Dios.
3) Introducción
El pecado es el obstáculo mayor que el hombre encuentra en la creación de un mundo
más feliz para todos.
Del pecado proviene:
- el egoísmo por el que uno quiere todo para si solo,
- las injusticias que van contra los derechos de los demás,
- la opresión y explotación de unos hombres hacia otros,
- los abusos de los grandes contra los pequeños,
- la violencia de los fuertes contra los débiles...
El pecado está presente por todas partes del mundo donde hay hombres.
El pecado es el enemigo número uno de la felicidad del hombre.
La construcción de un mundo más feliz para todos requiere la lucha decidida contra el
pecado.
El hombre está dotado de capacidad de
creación. Pero para crear un mundo más
feliz para todos, el hombre se encuentra
con un obstáculo grande: el pecado.
Por el pecado, el hombre se cierra a los demás, los trata sin respeto a sus derechos,
pierde la capacidad de amarlos generosamente, los mira como cosas, se deja dominar por
el egoísmo.
Quien comete pecado:
- intenta esconderse de su padre Dios,
- se siente como alejado de él,
- y separado de sus hermanos, los hijos de Dios.
Si el hombre quiere de verdad crear un mundo más feliz para todos, hay que luchar
contra las injusticias, la violencia, las rivalidades, los odios, los egoísmos, la explotación de
unos hombres por otros, que originan y mantienen en el mundo el hambre, la miseria, la
ignorancia y oprimen y hacen sufrir a tantos millones de hombres y mujeres y niños.
Necesitamos todos hacernos más generosos, más solidarios, más participativos,
abrirnos a los demás para intentar dialogar con ellos y comprenderlos, volvernos más
acogedores, más amables, más respetuosos, más tolerantes.
4) Desarrollo del Tema
En la actualidad se está perdiendo la conciencia del pecado. El relativismo presente en nuestras vidas hace que se piense que ya nada es pecado, que si todo el mundo lo hace debe estar bien.
Es preciso recobrar el sentido de Dios en nuestras vidas, cumplir sus mandamientos y alejarnos de todo aquello que ofende a Dios.
El pecado es una desobediencia a la ley de Dios o a los mandamientos de la Santa Madre Iglesia, es no aceptar la voluntad de Dios en nuestra vida por egoísmo, caemos en pecado cuando hacemos un mal uso de la libertad que Dios nos ha regalado.
(1Jn 3,4)
El pecado se clasifica en:
Pecado mortal y pecado venial.
Para que un pecado sea considerado como mortal debe cumplir tres condiciones:
El pecado se considera venial cuando la falta no es grave o cuando hay conocimiento o consentimiento imperfecto del acto.
Ayudas para rechazar el pecado:
5) Dinámica
Se sugiere llevar dos vasos desechables unidos con un estambre. Se explica a las asistentes que cuando vivimos en estado de gracia la comunicación con Dios está unida con nosotros como están unidos estos dos vasos. Cuando caemos en pecado se corta la comunicación con Dios (se corta el estambre con unas tijeras), cuando nos acercamos al sacramento de la reconciliación la comunicación se repara (se le hace un nudo al estambre) y podrás ver que la distancia entre Dios y nosotros se hace más cercana.
6) Compromiso
Vamos a proponernos ir a confesarnos durante la cuaresma, si por alguna razón no puedo acercarme a este sacramento, pediré a algún sacerdote una dirección espiritual.
Comprender la gran importancia de vivir en estado de gracia y estar conscientes de la infinita misericordia de Dios.
3) Introducción
El pecado es el obstáculo mayor que el hombre encuentra en la creación de un mundo
más feliz para todos.
Del pecado proviene:
- el egoísmo por el que uno quiere todo para si solo,
- las injusticias que van contra los derechos de los demás,
- la opresión y explotación de unos hombres hacia otros,
- los abusos de los grandes contra los pequeños,
- la violencia de los fuertes contra los débiles...
El pecado está presente por todas partes del mundo donde hay hombres.
El pecado es el enemigo número uno de la felicidad del hombre.
La construcción de un mundo más feliz para todos requiere la lucha decidida contra el
pecado.
El hombre está dotado de capacidad de
creación. Pero para crear un mundo más
feliz para todos, el hombre se encuentra
con un obstáculo grande: el pecado.
Por el pecado, el hombre se cierra a los demás, los trata sin respeto a sus derechos,
pierde la capacidad de amarlos generosamente, los mira como cosas, se deja dominar por
el egoísmo.
Quien comete pecado:
- intenta esconderse de su padre Dios,
- se siente como alejado de él,
- y separado de sus hermanos, los hijos de Dios.
Si el hombre quiere de verdad crear un mundo más feliz para todos, hay que luchar
contra las injusticias, la violencia, las rivalidades, los odios, los egoísmos, la explotación de
unos hombres por otros, que originan y mantienen en el mundo el hambre, la miseria, la
ignorancia y oprimen y hacen sufrir a tantos millones de hombres y mujeres y niños.
Necesitamos todos hacernos más generosos, más solidarios, más participativos,
abrirnos a los demás para intentar dialogar con ellos y comprenderlos, volvernos más
acogedores, más amables, más respetuosos, más tolerantes.
4) Desarrollo del Tema
En la actualidad se está perdiendo la conciencia del pecado. El relativismo presente en nuestras vidas hace que se piense que ya nada es pecado, que si todo el mundo lo hace debe estar bien.
Es preciso recobrar el sentido de Dios en nuestras vidas, cumplir sus mandamientos y alejarnos de todo aquello que ofende a Dios.
El pecado es una desobediencia a la ley de Dios o a los mandamientos de la Santa Madre Iglesia, es no aceptar la voluntad de Dios en nuestra vida por egoísmo, caemos en pecado cuando hacemos un mal uso de la libertad que Dios nos ha regalado.
(1Jn 3,4)
El pecado se clasifica en:
Pecado mortal y pecado venial.
Para que un pecado sea considerado como mortal debe cumplir tres condiciones:
- Materia grave.
- Que se realice con pleno conocimiento de que es pecado.
- Que se realice con pleno consentimiento, es decir deliberadamente.
El pecado se considera venial cuando la falta no es grave o cuando hay conocimiento o consentimiento imperfecto del acto.
Ayudas para rechazar el pecado:
- Amor a Dios
- Conciencia bien formada
- El Espíritu Santo
- Practicar las virtudes
La misericordia de Dios es infinita cuando hay arrepentimiento de nuestra parte. En las parábolas: del hijo pródigo, la oveja perdida, la mujer adúltera, etc. , encontramos la disposición de Cristo hacia el perdón.
5) Dinámica
Se sugiere llevar dos vasos desechables unidos con un estambre. Se explica a las asistentes que cuando vivimos en estado de gracia la comunicación con Dios está unida con nosotros como están unidos estos dos vasos. Cuando caemos en pecado se corta la comunicación con Dios (se corta el estambre con unas tijeras), cuando nos acercamos al sacramento de la reconciliación la comunicación se repara (se le hace un nudo al estambre) y podrás ver que la distancia entre Dios y nosotros se hace más cercana.
6) Compromiso
Vamos a proponernos ir a confesarnos durante la cuaresma, si por alguna razón no puedo acercarme a este sacramento, pediré a algún sacerdote una dirección espiritual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario