Tema 3.3
Primer Mandamiento: Amarás a Dios sobre todas las cosas.
1) Ideas Principales
- Dios me ama de manera particular porque soy valiosa y especial para Él.
- El amor que Dios nos tiene es infinito, no tiene medida.
- El amor de Dios es incondicional, nos ama siempre, no solo cuando lo merecemos.
- Hay que amar solo a Dios sobre todas las cosas y no a otros dioses : poder, dinero, comodidad. Amarlo por encima de mi orgullo, vanidad, materialismo , flojera, envidia, temor al qué dirán de mi.
- Debo amar a Dios con todo mi corazón, con toda mi alma, con todas mis fuerzas. Un amor decidido.
- Debo Amar a Dios ¨siempre¨, no solo cuando ¨lo siento¨, cuando todo va bien. Amarlo también en las penas, en el dolor, en la enfermedad, en la tentación.
- Debo amar a Dios sin condiciones No poner condiciones, amarlo tan solo porque es mi Padre; El me creó y me ha regalado todo.
- Debo amar a Dios a través de mi prójimo.
2) ¿Qué quiero dar a entender?
Comprender la importancia de tener a Dios al centro de nuestra vida para dejarnos guiar por él para alcanzar una vida santa y poder gozar de la vida eterna.
3) Introducción
El primer mandamiento de la Ley de Dios comprende los deberes de creer en Dios, esperar en el, amarlo sobre todas las cosas cumpliendo sus mandamientos, adorarlo como nuestro supremo Creador y Señor y darle el culto debido.
El primer mandamiento de la ley de Dios nos prohíbe:
1º Adorar ídolos y dioses falsos, o creer en ellos.
2º Creer alguna cosa contraria a la fe o admitir dudas de ellas.
3º Desconfiar de la misericordia paterna de Dios.
4º Aceptar, retener o propagar escritos contrarios a la doctrina católica.
5º Tomar parte en algún culto falso o en prácticas de espiritismo, adivinación o magia y usar cosas supersticiosas.
6º El ateísmo, porque niega o rechaza a Dios.
2º Creer alguna cosa contraria a la fe o admitir dudas de ellas.
3º Desconfiar de la misericordia paterna de Dios.
4º Aceptar, retener o propagar escritos contrarios a la doctrina católica.
5º Tomar parte en algún culto falso o en prácticas de espiritismo, adivinación o magia y usar cosas supersticiosas.
6º El ateísmo, porque niega o rechaza a Dios.
A la pregunta que el Maestro de la Ley hizo a Jesús sobre el primer y más importante mandamiento, Jesús respondió con las palabras que aparecen en el Libro del Deuteronomio: “Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza” (Deuteronomio 6, 4, citado en Marcos 12, 29-30). De estas palabras de Jesús se deduce claramente cómo debe ser nuestro amor a Dios.
Debe ser un amor humilde, fervoroso, abierto, disponible; un amor que busca conocer al ser amado; un amor sin miedo ni vergüenza; un amor que sea entrega; un amor sin cobardía; un amor sin dudas; un amor que no es de meras palabras, sino, ante todo, un amor que se concreta en obras de amor y de servicio a los demás; un amor que va más allá de las ideas y de los sentimientos; un amor que es vida.
El amor que le debemos a Dios debe ser un amor iluminado por la fe y la esperanza; un amor que nos haga capaces de vencer los obstáculos más difíciles con tal de mantenernos a su lado; un amor sin medida ni fronteras; un amor que hace pequeño todo lo demás, porque considera que lo único realmente importante es El; un amor que no hace cálculos ni busca ventajas.
Nuestro amor a Dios debe ser, finalmente, un amor que brota del corazón más que de la mente, un amor tierno y filial, como el que un niño siente por su padre; un amor desinteresado y fecundo, un amor que nos lleve a ser sus testigos aún a costa de nuestra propia vida.
4) Desarrollo del Tema
El mandato de amar a Dios sobre todas las cosas conlleva la necesidad de vivir las virtudes de la fe, la esperanza, la caridad y la virtud de la religión:
- la fe, porque para amar a Dios antes hay que creer en El;
- la esperanza, porque el amor exige la confianza en sus bondades;
- la caridad, por ser el objeto propio del mandamiento;
- la religión, en cuanto que es la virtud que regula las relaciones del hombre con Dios.
Los pecados contra las cuatro virtudes antes mencionadas constituyen el ámbito de prohibiciones del primer mandamiento.
- la fe, porque para amar a Dios antes hay que creer en El;
- la esperanza, porque el amor exige la confianza en sus bondades;
- la caridad, por ser el objeto propio del mandamiento;
- la religión, en cuanto que es la virtud que regula las relaciones del hombre con Dios.
Los pecados contra las cuatro virtudes antes mencionadas constituyen el ámbito de prohibiciones del primer mandamiento.
LA FE
DEFINICIÓN Y NATURALEZA DE LA FE
La fe es la virtud sobrenatural por la que creemos ser verdadero todo lo que Dios ha revelado.
El modo habitual por el que se produce la primera infusión de la virtud sobrenatural de la fe es el bautismo.
La fe es requisito fundamental para alcanzar la salvación.
Así como el que carece de fe no se salva, tampoco se salva el que, teniendo fe, no la manifiesta con obras: “como el cuerpo sin el espíritu es muerto, así también es muerta la fe sin obras” (Sant. 2, 26).
DEBERES QUE IMPONE LA FE
La virtud de la fe que Dios nos ha dado, impone al hombre fundamentalmente tres deberes: el deber de conocerla, el de confesarla y el de preservarla de cualquier peligro.
A. El deber de conocer la fe
Todos los hombres, de acuerdo con cada uno a su propio estado y condición, han de esforzarse por conocer las principales verdades de la fe.
Las verdades de la fe que a todo cristiano es necesario conocer, son:
1) los dogmas fundamentales, contenidos en el Credo;
2) lo que es necesario practicar para salvarse: los Mandamientos de Dios y de la Iglesia;
3) lo que el hombre debe pedir a Dios: el Padrenuestro;
4) los medios necesarios para recibir la gracia: los Sacramentos.
B. El deber de confesar la fe
La virtud de la fe impone el deber de confesarla, y esto de una triple manera:
1) manifestándola con palabras o gestos;
2) a través de las obras de la vida cristiana;
3) por la práctica del apostolado.
1) La manifestación con palabras de la fe se da, por ejemplo, cuando recitamos el Credo, pues ahí estamos haciendo una confesión explícita de nuestra fe en las verdades fundamentales que Dios nos ha revelado.
Al asistir a la Santa Misa, manifestamos la fe cuando nos persignamos, nos arrodillamos en la consagración, etc.
2) Pero la confesión de nuestra fe ha de manifestarse también en las obras, en una vida cada vez más reciamente cristiana: ha de haber una coherencia entre la doctrina -lo que creemos- y la vida -lo que hacemos.
3) Ser consciente del gran don recibido de la fe que lleva a querer que otros participen de él también plenamente, y esta acción propagadora se conoce como apostolado, catequesis o evangelización (ver 7.3.3).
C. El deber de preservar la fe
Siendo la fe un don tan grande, es obligatorio evitar todo lo que pueda ponerla en peligro, por ejemplo, ciertas lecturas o amistades, práctica de otras religiones, descuido del conocimiento de su verdad, etc. Y, al mismo tiempo, defenderla por medio del estudio y la formación, pidiendo consejo, etc.
LA ESPERANZA
DEFINICIÓN Y NATURALEZA DE LA FE
La fe es la virtud sobrenatural por la que creemos ser verdadero todo lo que Dios ha revelado.
El modo habitual por el que se produce la primera infusión de la virtud sobrenatural de la fe es el bautismo.
La fe es requisito fundamental para alcanzar la salvación.
Así como el que carece de fe no se salva, tampoco se salva el que, teniendo fe, no la manifiesta con obras: “como el cuerpo sin el espíritu es muerto, así también es muerta la fe sin obras” (Sant. 2, 26).
DEBERES QUE IMPONE LA FE
La virtud de la fe que Dios nos ha dado, impone al hombre fundamentalmente tres deberes: el deber de conocerla, el de confesarla y el de preservarla de cualquier peligro.
A. El deber de conocer la fe
Todos los hombres, de acuerdo con cada uno a su propio estado y condición, han de esforzarse por conocer las principales verdades de la fe.
Las verdades de la fe que a todo cristiano es necesario conocer, son:
1) los dogmas fundamentales, contenidos en el Credo;
2) lo que es necesario practicar para salvarse: los Mandamientos de Dios y de la Iglesia;
3) lo que el hombre debe pedir a Dios: el Padrenuestro;
4) los medios necesarios para recibir la gracia: los Sacramentos.
B. El deber de confesar la fe
La virtud de la fe impone el deber de confesarla, y esto de una triple manera:
1) manifestándola con palabras o gestos;
2) a través de las obras de la vida cristiana;
3) por la práctica del apostolado.
1) La manifestación con palabras de la fe se da, por ejemplo, cuando recitamos el Credo, pues ahí estamos haciendo una confesión explícita de nuestra fe en las verdades fundamentales que Dios nos ha revelado.
Al asistir a la Santa Misa, manifestamos la fe cuando nos persignamos, nos arrodillamos en la consagración, etc.
2) Pero la confesión de nuestra fe ha de manifestarse también en las obras, en una vida cada vez más reciamente cristiana: ha de haber una coherencia entre la doctrina -lo que creemos- y la vida -lo que hacemos.
3) Ser consciente del gran don recibido de la fe que lleva a querer que otros participen de él también plenamente, y esta acción propagadora se conoce como apostolado, catequesis o evangelización (ver 7.3.3).
C. El deber de preservar la fe
Siendo la fe un don tan grande, es obligatorio evitar todo lo que pueda ponerla en peligro, por ejemplo, ciertas lecturas o amistades, práctica de otras religiones, descuido del conocimiento de su verdad, etc. Y, al mismo tiempo, defenderla por medio del estudio y la formación, pidiendo consejo, etc.
LA ESPERANZA
La esperanza es la virtud sobrenatural -infundida por Dios en el alma en el momento del bautismo- por la que tenemos firme confianza en que Dios nos dará por los méritos de Jesucristo, la gracia que necesitamos en esta tierra para alcanzar el cielo.
Hay tres maneras de pecar contra la esperanza: por desesperación, por presunción y por desconfianza.
LA CARIDAD
La caridad es la virtud sobrenatural infusa por la que amamos a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a nosotros mismos por amor a Dios.
“Se puede pecar de diversas maneras contra el amor de Dios”.
- la indiferencia descuida o rechaza la consideración de la caridad divina.
- la ingratitud omite o se niega a reconocer la caridad divina y devolverle amor por amor,
- la tibieza es una vacilación o negligencia en responder al amor divino; puede implicar la negación a entregarse al movimiento de la caridad,
- la acedia o pereza espiritual llega a rechazar el gozo que viene de Dios y a sentir horror por el bien divino,
- el odio a Dios tiene su origen en el orgullo.
Dios nos pide amar a nuestro prójimo a través de las obras de misericordia corporales y espirituales:
LA VIRTUD DE LA RELIGIÓN
La religión es la virtud que nos lleva a dar a Dios el culto debido como Creador y Ser Supremo.
Los actos de culto se manifiestan por medio de:
- La devoción
- La oración
- La adoración
- La veneración
- La hiperdulía (especial veneración)
- Actos externos de adoración
PECADOS
CONTRA EL PRIMER MANDAMIENTO
- El
primer mandamiento nos dice : Adorarás a Dios sobre todas las cosas. No habrá
para ti otros dioses.
Hay cosas que son pecados contra esto :
1) EL
ATEISMO :
Que es
negar que Dios existe o rechazarlo.
2)
TENTAR A DIOS:
Que es
retarlo a que haga lo que tu quieres, para que te demuestre que es Dios o que
te ama.
|
3) EL
SACRILEGIO :
Que es
faltar al respeto o tratar sin respeto
los lugares , las cosas o las personas consagradas a Dios : La Iglesia, las cosas de la Iglesia y los Sacerdotes.
4) LA
IDOLATRÍA :
Que es
creer en otros dioses, en vez o además del Dios verdadero. Es también cuando
el hombre honra, busca, ama ¨ALGO¨más que al mismo Dios : por ejemplo , el
placer, el poder, el
dinero, la diversión, el orgullo ... |
|
5) LA
SUPERSTICIÓN :
Cuando
se cree en supersticiones, por ejemplo aquel que cree que ya le cayó el mal
de jo, o que si toca madera se librará de algo malo.
6) LA
ADIVINACIÓN :
Los
hombres debemos entregarnos con confianza en manos de Dios en lo que se
refiere al futuro y abandonar toda curiosidad malsana al respecto. Las
sesiones para tratar de hablar con los muertos, consultar los horóscopos, la
astrología, los presagios, las visiones, leer las cartas, las manos o el
cafè... todo esto está mal.
7)
MAGIA Y HECHICERÍA :
Que es
ir con una bruja, quien dice que tiene poderes para ayudarte... para los
amores... para la salud... o peor aún, para dañar a otra persona.
Poner la confianza de uno, en amuletos o en piedras que dicen que dan energía, está mal. |
5) Dinámica
Se sugiere seguir la propuesta en el manual de ANSPAC
6) Compromiso
Aprovecharé el tiempo de cuaresma para hacer un examen de conciencia sobre como le manifiesto mi amor a Dios, me acercaré al sacramento de la reconciliación y si no me es posible le pediré perdón a Dios en una visita al Santísimo.
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